Entre 1974 y 2009 han pasado muchas cosas en el mundo del rol. Este género, primero herencia de la fantasía medieval y después contenedor de cualquier forma de ficción, ha ido mutando y adquiriendo diferentes formas.
Citamos estas dos fechas adrede: 1974 fue el año del nacimiento de ‘Dungeon & Dragons’, herencia del wargame de tablero medieval Chainmail, creado por Jeff Perren y Gary Gygax. Este segundo fue, junto a Dave Arneson —al cual conoció en una de esas «convenciones de sótano»— el padre de la saga capital del rol occidental.
La segunda fecha seguro que os suena: ‘League of Legends: Clash of Fates’, ese gran titán que genera 150 millones de dólares al mes en beneficios, con más de 80 millones de horas al mes en horas de juego retransmitidas y 100 millones de jugadores activos, debutaba por aquel entonces.
¿Y qué narices tiene que ver LoL con D&D?
Está bien: un purista en ‘Dungeon & Dragons’ dirá que ese juego de «colorines» no tiene nada que ver con sus increíbles tomos de D&D 2.5. ¿O eres más de la tercera revisión? ¿La basic o la advanced? No es más cierto que League of Legends está menos orientado hacia lo militar, debido a cómo se encadenan y se cargan los ataques mágicos, pero la entrega por la estrategia de tablero es idéntica.
Como D&D, LoL es bastante confuso al principio: muchas opciones y pocas explicaciones
Es más, si algo comparten los dos juegos es su aridez inicial y su necesidad de crear un equipo. LoL es bastante confuso al principio, muchas opciones y pocas explicaciones. El jugador, como invocador, asume el poder de un campeón y, a partir de aquí, debe cuidar cómo viste, cómo anda, cómo se protege y cómo ataca. Y nadie te explica qué pasos dar: debes fijarte en la comunidad y aprender del metagame.
Y, bueno, hacer piña es imprescindible. Y para explicarlo hay que remontarse a D&D. Imagina que eres un mago. En nivel 1 tienes 4 puntos de vida, algo más si eres de constitución alta: échale 6 de vida. Si según vas caminando te asalta un maldito goblin, te ataca con una daga de hueso, te fulmina con un dado de 6.
League of Legends es tan rolero como queramos que sea
Por tanto, necesitas un guerrero delante, que empieza con 10 de vida y bonificador de constitución. Él te defenderá de los goblins que atacarán en grupo —son gregarios— y el mago, cubierto por el guerrero, lanzará proyectiles desde atrás, junto al sacerdote que curará al guerrero y el pícaro que detectará las trampas puestas por el camino.
Es cierto que el estudio de Santa Mónica nació como un pequeño capricho muy bien financiado —las compañías Benchmark Capital y FirstMark apostaron 7 millones de dólares y, un año después, entró Tencent Holdings con otros 8 millones—, una herencia del mod de Warcraft III, el escenario ‘Defense of the Ancients’, pero este free to play es tan rolero como queramos que sea.
¡A sus puestos!
A finales de 2010 hablar del metagame era un poco ridículo: cada campeón campaba a sus anchas por el escenario y sólo los sibaritas atendían a ello. Los coreanos, para resumir. Hablar del metagame es hablar de lo que ocurre fuera del juego pero afecta al mismo, las imposiciones que los propios jugadores hacen en base a las normas inherentes… y que acaba inculcado en toda la trama de nuevos jugadores.
El metagame nace como imposición de los propios jugadores para sacar el máximo rendimiento al mapa de juego
Donde más visible es el metagame es en la estrategia de distribución de los jugadores, siempre pensando en sacar el máximo rendimiento al mapa, no perder oro y tener el control de las zonas con el mínimo desplazamiento posible. Basándose en esto, existen cinco posiciones clave en League of Legends:
Top: parte delantera del mapa. Suele ocuparse un tanque u offtank, alguien con mucha resistencia y capacidad de destrozar al oponente.
Jungler: bien cerquita del tanque para que lo ayude en la línea ofensiva, este personaje se pasea por la jungla matando rápido y consiguiendo experiencia.
Mid: zona central, ideal para una buena cantidad de perfiles dependiendo del jugador —con especial predilección por el mago y asesino—. Su objetivo es farmear oro con rapidez, evitando obstáculos y moviéndose con agilidad pensando, una vez más, en ayudar a los compañeros que patean las junglas.
Ad Carry: claves para combatir el AD Carry enemigo, son roles ocupados por los Ranged AD. Ayudan a debilitar a los rivales.
Support: un rol más pasivo que activo, aunque depende del carácter del jugador, el apoyo protege al AD Carry y se encarga de las defensas —escudos, auras— para facilitar al equipo las conquistas. Cualquier jugador experto te dirá que ser support es MUY DIFÍCIL. No se trata sólo de mantener a salvo, debes tener una visión amplia del río, mantener los puntos clave avistados para evitar emboscadas y mantener el control del varón y el dragón. Es agotador y poco agradecido. Pero un buen support es como un buen triplista: decide el devenir de la partida.
La armada invencible
Dejemos la teoría por un momento y vayamos a la práctica. Los roles de los jugadores, como en un tablero de ajedrez, deben trabajar en sincronía. Y, para que esa sincronicidad se traduzca sobre el juego, es necesaria la compenetración entre los jugadores. Entenderse, saber «leer la partida» y prestar al compañero y sus necesidades.
Los roles de los jugadores, como en un tablero de ajedrez, deben trabajar en sincronía
No pocas veces sucede: se monta un club eligiendo las mejores posiciones individuales, según la ELO de cada uno, y al final el grupo no cuaja, se hace disband, los usuarios se pelean y se arman dramas a las puertas de Twitch. De hecho, el buen rol está caracterizado por esto mismo: las decisiones traen consecuencias, juegos como Fifa Ultimate Team o NBA2K17 dan tanta importancia a la química dentro del equipo como a las virtudes individuales.
Y no hay mejor ejemplo que ASUS ROG Army, la alineación vencedora de la temporada 11 de la Superliga Orange de la LVP, y la cual ha cuidado que cada rol importe a nivel individual pero también signifique una parte importante en el roster general.
El equipo lo conforman:
Pavle “Yoppa” Kostic como Top. Apenas lleva dos meses en el club y tiene 18 años, pero es el mejor jugador serbio en su rol y una figura capaz de mutar de estilo dentro de la misma partida, según las necesidades del juego.
Alan “Econatorz” Hernández como Jungle. Este español de 22 años, natural de Alicante, es una de las figuras más luchadoras del panorama nacional. Es capaz de conseguir una media de 370 gold por minuto.
Sergi “Lvsyan” Madrigal Gómez, mid laner del equipo y natural de Sant Andreu de la Barca, Barcelona, comenzó con apenas 13 años a jugar y ya en la Season 1 era plata. Es, por decirlo de alguna manera, una de esas figuras que conviene no enfadar. No en vano lo denominan el «Faker español».
Jorge “Sanchez” Cabildo Sánchez es el AD carry. Como el anterior, vino de Baskonia con ganas de darlo todo, aunque también pasó por Fnatic, caracterizándole su estilo agresivo. Su KDA es de 4.8 —el octavo de la liga—.
Eduardo “RafaL0L” Moreira, Support, cuenta con 21 años, es natural de Portugal y es uno de los jugadores más autocríticos que puedes encontrar en las redes. Nada de ego y muchas ganas de aprender, una actitud que lo ha llevado a estar entre los mejores.
Tampoco hay que ignorar al equipo suplente (Yugami, Motroco, Werto y Naruterador). Entre todos ellos acumulan más de 30 galardones en diferentes categorías.
Y es que esta bestia de cinco cabezas ha sido entrenada por cuatro pilares clave: Motroco, Naru y los dos entrenadores. En primer lugar Daniel Huertas, conocido como “Ronchas”, entrenador de 27 años muy trabajador y entregado. De hecho, aunque ha sido jugador, su rol desde el principio siempre fue el de cochear. Y, en segundo lugar, Enrique "Samcro" Cuerda, segundo entrenador y uno de los hombres de apoyo clave en el club.
En sus manos está la representación de ASUS ROG Army en la Superliga Orange, de dar cobijo a los nuevos fichajes que entran, acomodando los diferentes estilos de juego y personalidades.
LoL aguanta con buena salud su solera gracias a sus jugadores, quienes construyen el metagame
A Riot se la ha acusado de draconiana —igual que a Wizard, volviendo a la comparativa con D&D— porque cada decisión afecta el devenir total del juego. Supone algo así como remover el mantel de la mesa.
Pero si LoL aún aguanta con buena salud su solera es gracias a sus jugadores, quienes construyen el metagame entorno a una idea tan sencilla como lanzarse al campo de batalla, algo que llevamos haciendo desde que tenemos memoria. Que le pregunten a Sun Tzu o a Alejandro Magno si no.
