En los últimos días se han producido numerosas filtraciones y reacciones por parte de algunos equipos hacia la inminente Overwatch League (OWL). El hermetismo de Blizzard está favoreciendo la especulación en torno a la liga, mientras surgen algunos nombres, cifras y expectativas sobre lo que podría llegar a ser.
Si Richard Lewis ya adelantó en su momento que los New England Patriots y los Miami Dolphins, equipos de fútbol americano, comprarían plaza en la OWL, ayer Jacob Wolf aseguraba en ESPN que el precio de entrada a la liga rondaría los 20 millones de dólares.
No es una cantidad nueva y en su momento ya se hablaron de millones, pero Wolf asegura que, según sus fuentes, las organizaciones que entren no tienen asegurado el reparto de beneficios hasta al menos 2021 si Blizzard considera que se cumplen ciertos requisitos que no han sido revelados.
Con este panorama, la desarrolladora estaría teniendo alguna dificultad vendiendo las plazas por el alto precio de entrada. Además, si una franquicia quisiera vender su lugar en la liga, tendría que abonar el 25% de las ganancias a la liga.
Mucho dinero y mucho escepticismo
Las cifras distan mucho de lo que se mueve en otros juegos como en la League Championship Series (LCS), donde el pasado diciembre FlyQuest compró su plaza por 1,8 millones de dólares, muy lejos de lo que pretende la Overwatch League.
Todo esto ocurre en un escenario donde cada vez más organizaciones están desmantelando sus equipos de Overwatch, desencantadas con el tratamiento que Blizzard le está dando a uno de sus títulos estrella. Team SoloMid, compLexity o Splyce son solo algunos equipos que han decidido en los últimos días prescindir de sus plantillas, y parece que es una tendencia que va a continuar.
En un escenario donde Bobby Kotick, presidente y CEO de Activision Blizzard, afirma que a largo plazo las expectativas están puestas en obtener ganancias similares a la NBA y la NFL, parece que la industria actual de los deportes electrónicos se les ha quedado pequeña.
