El caso Ellie, la "jugadora" profesional de Overwatch que no pudo debutar por el acoso de la comunidad
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El caso Ellie, la "jugadora" profesional de Overwatch que no pudo debutar por el acoso de la comunidad

Actualización (05/01/2019): Finalmente, el caso Ellie se ha descubierto como un "experimento sociológico", en palabras de los implicados, llevado a cabo por dos hombres y una mujer. Aquí está el artículo en el que se explica la segunda parte de la historia, una con el peor final posible.

Tan solo un nombre femenino es suficiente para empezar a levantar las sospechas de una comunidad poco acostumbrada a verlos en los niveles más altos. El revuelo comenzó el 21 de diciembre de 2018, cuando Second Wind –una organización de Overwatch Contenders- anunció el fichaje de la jugadora para su alineación de cara al año 2019.

Inmediatamente después del anuncio, algunos miembros de la comunidad hicieron algunas preguntas típicas –como por ejemplo referencias de antiguos equipos en los que hubiera jugado- en Twitter las reacciones fueron de celebración, en su mayoría, pero en Reddit se estaba cocinando otro caldo de cultivo mucho más negativo.

¿Jugador o jugadora?

En el conocido foro no tardaron en poner en duda su credibilidad como jugadora, y muchos miembros de la comunidad apuntaron acertadamente que de no haberse llamado Ellie, o algún otro nombre femenino, muchas menos personas habrían dudado sobre su potencial. “Si no tuviera un nombre femenino todos los comentarios estarían hablando de su nivel y de cómo podría ser el próximo Jjonak (el MVP de Overwatch World Cup), sin embargo todo el mundo está cuestionando cómo de buena es”, dijo un usuario.

De las dudas sobre su nivel no paso mucho tiempo hasta que directamente se puso en tela de juicio la existencia de Ellie, más concretamente la veracidad de un perfil del que se sabía muy poco hasta el momento de su anuncio. Sin embargo, aquellos que a priori deberían mostrar como un ejemplo para la comunidad no hicieron otra cosa que alimentar un debate que no debería haber tenido lugar.

Como apunta Nicole Carpenter en su artículo, Daniel “Dafran” Francesca, actual DPS de Atlanta Reigns, dudó públicamente de la integridad de la jugadora en uno de sus directos retransmitidos a través de Twitch. Dafran no solo hizo un tímido comentario, sino que se posicionó claramente al respecto. “Lo que creo que está pasando ahora es que alguien está jugando en esta cuenta y que Ellie está hablando justo detrás de él”, explicó el profesional después de coincidir con ella en una partida competitiva.

Al contrario que en otros juego competitivos, en los niveles donde juegan los mejores jugadores del mundo la comunicación es capital en cada partida y todos hacen lo posible para comunicarse lo más de manera eficiente. De hecho, Ellie publicó un clip (ahora borrado) en el que se le veía jugar y hablar a la vez como prueba para intentar aplacar la miríada de comentarios en su contra.

Haunt, uno de los jugadores más tóxicos según la comunidad, llevó la desfachatez a otro nivel al ofrecer a Ellie 20 dólares por una conversación de cinco minutos con él, según unas imágenes publicadas por la jugadora. La conversación empezó normal entre ambos, hasta que le preguntó a ver si quería ser su novia, Ellie le dijo que ya estaba en una relación y a partir de ahí todo fue a peor. Haunt la presionó tanto que al final accedió a realizar la llamada. El jugador continuó acosándola para se uniese en discord con él y sus amigos y al final Ellie terminó bloqueandole.

haunt ellie Imagen de Haunt siguiendo con su campaña de acoso en servidor de chat en abierto

Finalmente, este 3 de enero Second Wind hizo público que Ellie había decidido dar “un paso al lado” en el equipo a raíz de los innumerables comentarios y reacciones que había suscitado su anuncio. “Esperamos que la sigáis apoyando en sus aventuras en Overwarch”, dijo la organización en un escueto mensaje, pero el dueño del equipo se explayó un poco más. Justin Hughes, propietario del club, habló sobre todos los comentarios: la parte deleznable, la que emitió “amenazas” y la que vio en Ellie una especie de “Mesías”. El dueño de Second Wind no dudó en afirmar que parecía que la comunidad de Overwatch no estaba preparada para ver a un jugador simplemente como un jugador, en una feroz crítica a la reacción de los aficionados. “Queríamos traer a un jugador, pero parece que el público quería algo más”, finalizó Hughes.

Una pregunta innecesaria

Que una de las primeras cuestiones sobre el fichaje de una jugadora para un equipo profesional sea si de verdad se merece estar ahí es algo que dice muy poco sobre la comunidad de Overwatch. Que sea algo habitual en muchos deportes electrónicos no quiere decir que deba verse como algo normal. Cuestionar las capacidades de un jugador sin conocerlo, sea hombre o mujer, es un acto inmenso de desconsideración, para el jugador, para el club y para el juego.

"La verdadera envidia es el deseo de que el otro, el envidiado, no tenga lo que tiene, de que no sea verdad que lo tenga"

En realidad esto no es algo que solo atañe a los esports, es una práctica generalizada en toda la sociedad. “Lo que más y mejor caracteriza a la verdadera envidia es el deseo de que el otro, el envidiado, no tenga lo que tiene, de que no sea verdad que lo tenga, de que no sea cierto su éxito”, escribió Ignacio Morgado Bernal en un artículo titulado “La envidia y el cerebro envidioso”.

En vez de dejar que el implicado pueda demostrar su valía se pone en tela de juicio su nivel, en este caso amparándose en la falta de información en torno al profesional, porque es más fácil criticar una elección que esperar pacientemente a ver qué es capaz de hacer, independientemente de su sexo. Aunque en realidad, la cuestión de género nunca es independiente de nada, ni mucho en los deportes electrónicos.

Kim “Geguri” Se-yeon -jugadora de Shanghai Dragons, de Overwatch League- fue cuestionada una y otra vez. Algunos usuarios estaban tan convencidos de que la jugadora estaba haciendo trampas –de una u otra manera- que prometieron dejar Overwatch si se demostraba que sus partidas no estaban siendo manipuladas. Los implicados no tuvieron más remedio que cumplir con lo prometido cuando Blizzard Corea dejó clara la legitimidad de Geguri como jugadora.

En el caso de Ellie, hay algunos matices importantes, uno de los comentarios más escuchados hablan sobre su cuenta de Twitter, creada apenas tres días antes del anuncio de su fichaje de Second Wind. Este movimiento podría atender a varias razones, algunas indudablemente relacionadas con la polémica, pero podría ser un gesto de profesionalización. Ante este hecho podría preguntarse si en vez de llamarse Ellie y el jugador anunciado hubiera sido Joel -por poner un nombre masculino- habría suscitado la misma controversia.

No solo se ha cuestionado nivel juego, sino que la comunidad ha dudado de que no fuera una pareja compinchada para hacer creer que era una mujer la que estaba jugando realmente. El problema es que posiblemente nunca saldremos de dudas. No sería la primera vez que un hombre intentara hacerse pasar por una mujer para tener una oportunidad, pero entre todos los casos sometidos al linchamiento de la comunidad podría haber una jugadora top mundial o simplemente una usuaria habilidosa que pudiera llegar a Contenders o Trials.

Si hay que pasar por 100 sucesos falsos para que una sola de ellas pueda desarrollar su carrera sin un solo comentario poniendo en tela de juicio su nivel o género, yo tengo clara mi elección. También la tendría a la inversa, pero nadie cuestiona nunca si realmente son ellos los que están jugando o no, ahí radica la diferencia. Al final, toda mentira tiene un límite, pero si para evitar un engaño destruimos el principio de otras historias nada de esto tiene sentido.

Imagen vía Blizzard Entertainment

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