Cada tres meses, Hearthstone recibe un pack de 135 cartas nuevas con cada expansión. Históricamente, Blizzard "ha dejado hacer" y se ha limitado a escasos y puntuales empeoramientos de naipes demasiado podersos. Sin embargo, ya van son dos los parches de balance que ha recibido el juego tras 'La Arena de Rastakhan', síntoma de los nuevos tiempos que corren en Hearthstone tras la salida de Ben Brode a mediados del pasado año.
Sin que nadie se esperara nuevos ajustes antes de que cambie el año estándar dentro de cerca de un mes, Blizzard ha sorprendido lanzando en un post los cambios previstos. Dicho parche aterrizará el próximo día cinco de febrero y tiene en el punto de mira a las cartas básicas y clásicas.
La Esmeralda es la única carta de expansión
"Creemos que Hearthstone es más divertido cuando las estrategias están evolucionando constantemente [...] Las cartas básicas y clásicas han acabado siendo tan efectivas que dirigen los estilos de los mazos que se reconocen como viables en cada expansión", afirma el equipo de desarrollo en los primeros párrafos. Sin embargo, no quieren dejarlas injugables: "Es muy importante que estos sets tengan un buen número de cartas que sirvan para diferentes sets y arquetipos".
Aunque estos cambios hacen daño a dos clases importantes en el actual metajuego como el Cazador o el Paladín, no parece que los vayan a matar. Por un lado, el Cazador tiene tantas otras cartas buenas que no caerá del Tier 1, mientras que el Paladín sigue teniendo su arquetipo impar totalmente intacto.
Son unos cuantos los jugadores profesionales como Thijs Molendijk que se han mostrado felices con el parche, pero hay otros como el reconocido Brian Kibler que opina que no es suficiente: "Estos cambios no apuntan a los verdaderos problemas de Hearthstone, los OTK y los mazos Pares e Impares que se juegan de manera similar". Lo que parece claro es que Blizzard intenta mover el avispero del metajuego antes de que todo cambie de verdad con el nuevo año estándar.
Fuente: playhearthstone.com
