A Bluehole, desarrolladora del popularísimo Battle Royale PLAYERUNKNOWN’S BATTLEGROUNDS, no le basta con mejorar con importantes parches como el que acaba de llegar al juego, si no que sabe que la toxicidad que pueden aportar al título los tramposos debe cortarse de raíz.
.@TheBattlEye has now banned over 150,000 cheaters from @PUBATTLEGROUNDS, with more than 8,000 banned in the last 24 hours alone! GG WP
— PLAYERUNKNOWN (@PLAYERUNKNOWN) 13 de septiembre de 2017
Brendan "PlayerUnknown" Greene, máximo responsable de PUBG, ha publicado en Twitter que gracias al servicio anticheat BattlEye, más de 150.000 personas han sido banneadas permanentemente del juego. Pueden parecer números enormes pero hay que tener en cuenta que PUBG ha vendido más de 10 millones de copias en apenas seis meses, por lo que el número de tramposos eliminados del juego apenas sería un 1.5% del total.
Este sistema detectaría los programas que alteran el juego como aimbots o wallhacks antes incluso de que sus usuarios salten en Pochinki. Los que se escapan de esta tecnología pueden ser reportados por jugadores que detecten conductas extrañas o comportamientos irregulares, por lo que no hay escapatoria para los cheaters en PLAYERUNKNOWN’S BATTLEGROUNDS.
