De cara a la temporada 2017, Riot ha anunciado diversos cambios en los formatos de sus ligas. Entre otras cosas, se instaura un sistema de arbitraje independiente donde los equipos podrán tratar de refutar sus sanciones, se prohibirá a los segundos equipos de un club acceder al torneo de promoción y los partidos en Europa pasarán a ser al mejor de 3.
Cambios estructurales en ambas ligas
2016 ha sido un año en el que realmente se ha palpado un cierto malestar por parte de algunos equipos hacía Riot derivado de 2 grandes temas: el reparto económico y el sistema disciplinario.
A nivel financiero, algunas de las organizaciones reclaman a la compañía que incremente el nivel de inversión para que ellos puedan a hacer frente a sus obligaciones económicas. En este sentido, Riot ha decidido aumentar los premios para el campeón de la LCS y ha anunciado que planea introducir nuevos contenidos digitales asociados a los clubes que se traducirán en unos ingresos mínimos por split de 50.000€ para cada equipo.
Por otro lado, una de las fuentes de ingresos para algunos de los grandes clubes occidentales consistía en utilizar su infraestructura para gestar un equipo de Challenger Series y tratar de promocionar este segundo equipo a la LCS. Una vez asegurada la plaza, como no puede haber dos equipos de un mismo propietario en la liga, esta se vendía a cambio de una considerable suma de dinero. Así, de cara a la campaña de 2017, estos "equipos B" no podrán acceder al torneo de promoción.
Finalmente, Riot también ha anunciado que pondrá en marcha un nuevo sistema de arbitraje express donde los equipos tendrán la oportunidad de disputar resoluciones que acarreen más de un partido de sanción o multas superiores a 10.000€. Este sistema de arbitraje se llevará a cabo a través de un tercero y el equipo podrá examinar las evidencias presentadas en su contra.
Nuevo formato para Europa
De cara a este 2017, la liga europea se construirá en torno a dos grupos cuyos integrantes se decidirán al principio de la temporada. Para escoger dónde queda emplazado cada conjunto, se sitúan los cabeza de serie (en este primer split, G2 y H2K) en distintos grupos y, luego, los equipos escogen secuencialmente a un conjunto para el otro grupo.
Esta división busca seguir un estilo parecido al de las conferencias en los deportes americanos, véase NBA o NFL. La idea es que los equipos se enfrenten dos veces durante el Split a sus rivales de grupo y sólo una vez con los que no comparten grupo.
Así, la temporada empezará con partidos entre los miembros de cada grupo. Luego, se disputarán series cruzadas entre los integrantes de distintos grupos y, finalmente, la temporada se cerrará con una nueva ronda de partidas entre equipos de un mismo grupo.
Esta estructura dividida también afectará al sistema de playoffs y al torneo de promoción. En este caso, el mejor equipo de cada grupo accederá directamente a las semifinales, mientras que los segundos y terceros clasificados deberán superar una primera fase, de forma parecida a lo que ya venía pasando.
En el otro lado del cuadro, los peores clasificados de cada grupo deberán pelear por su plaza en el torneo de promoción. Así, de cara a la próxima campaña se reducen las plazas de descenso de 3 a 2 y el propio torneo pasará a tener un formato de doble eliminación: 2 victorias te clasifican para la LCS y 2 derrotas te envían a la Challenger Series.
Otro gran cambio en el formato de la LCS europea es abandonar las series al mejor de 2 partidas durante la fase regular de la temporada para adoptar partidos al mejor de 3, tal y como ya se hacía en Estados Unidos o en Corea.
Este incremento en el número de partidas conlleva una ampliación de los días de emisión. De cara a 2017 tendremos LCS europea de jueves a sábado y, luego, se añade domingo como jornada flexible donde habrá unas semanas en las que se retransmita LCS y otras donde se disputen partidos de la Challenger Series.
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