Tras el lanzamiento de su catálogo de héroes inicial, 'Overwatch' ha recibido tres personajes, con un margen de entre tres y cuatro meses entre ellos, en los que hemos podido acercarnos, misterio inundando las redes y campaña de promoción incluidas, a Ana, Sombra y Orisa.
¿Os parece poco tiempo? ¿Demasiado? ¿Se os ha hecho larga la llegada de nuevos personajes? Dependiendo de lo que opinéis ahí estaréis más o menos contentos con lo que el equipo del juego tiene preparado, y es que por palabras de Jeff Kaplan, la idea es entregar tres héroes por año.
Con 10 primaveras a sus espaldas, la estrategia de 'League of Legends' en este sentido ha sido entregar una media de unos 10 campeones por año, una posición muy distinta a la que tiene 'Dota 2', que aunque desde Valve se planeó un límite de un héroe por año, la cifra se ha ido incrementando.
Nada que ver aquí con 'Smite', con una media de 30 dioses por año, o 'Heroes of the Storm', que durante el año pasado añadió 16 héroes. Curioso que Blizzard tenga ideas tan distintas para dos de sus juegos más enfocados al competitivo, pero hay una explicación detrás de esa decisión.
Pese a que al principio de su producción la idea era llevar a 'Overwatch' una ingente cantidad de héroes, con el tiempo han ido reduciendo el número que tenían en la cabeza.
Gran parte de la culpa la tiene todo el proceso de desarrollo que hay detrás, ya no sólo a la hora de dar forma a un personaje carismático y que funcione a nivel jugable dentro del espectro que ya hay definido, también en todo lo que hay detrás de él a base de historia y relaciones con los personajes para que encaje tanto en el universo como en la mentalidad de distintos jugadores.
Según palabras del propio Kaplan: "más héroes significa menos oportunidad de invertir en todos los que ya se han creado", por lo que la personalidad de sus personajes, la otra gran baza del juego además de la jugabilidad, se vería comprometida si siguiesen otros modelos de negocio.
