A la Comisión del Juego del Estado de Washington se le ha metido entre ceja y ceja que Valve no está haciendo todo lo posible por frenar las apuestas de skins de 'Counter-Strike', así que dieron un ultimátum a la compañía para que frenase las actividades de estas páginas antes del 14 de octubre.
Casi una semana después de la fecha límite, Valve ha salido al paso para decir lo que todos ya dábamos por hecho, que a ellos tampoco les hace ni pizca de gracia el tema y que no pueden hacer prácticamente nada para acabar con estas actividades que ahora están en boca de todos por los escándalos de YouTubers relacionados con las apuestas.
No sabemos el número de páginas de apuestas que pueden haber o están siendo creadas ahora mismo, y tampoco podemos identificar las cuentas bot que utilizan estos sitios de apuestas para realizar las transacciones en Steam. Un bot bloqueado puede ser fácilmente reactivado con una nueva identidad casi de inmediato.
El principal argumento de la Comisión es que Valve puede frenar esto y debería hacerlo, pero nosotros no queremos acabar con los servicios de Steam de los que las páginas de apuestas se aprovechan. Los ítems de juego, las transacciones entre usuarios y el sistema OpenID ofrece beneficios sustanciales a los consumidores de Steam y las empresas que trabajan con nosotros. No creemos que sea la intención de la Comisión, o que tengan la autoridad, acabar con unos servicios de comunicación y comercio legales que no están directamente relacionados con las apuestas en Washington.
El tema lleva varios años dando vueltas y los escándalos al respecto se han sucedido uno tras otro. En ellos, páginas de apuestas utilizan objetos ingame de juegos como 'Counter-Strike' o 'Dota 2' como moneda de pago en páginas de apuestas de casino, algo similar a lo que ocurre con los FIFA Points de Ultimate Team.
El vacío legal relativo a este tipo de apuestas, y la imposibilidad de controlar todo lo que ocurre en internet, no son motivos suficientes para echar la persiana en un servicio que los usuarios pueden utilizar de forma libre, pero al cruzarnos con otro de esos adelantos que parecen correr más que las legislaciones de todos los países, la solución para algunos siempre parece ser atajar el problema de raíz. Por suerte, Valve no está por la labor.
