El pasado 27 de enero se celebraron las finales del campeonato del mundo de Dragon Ball FighterZ, el conocido como Red Bull Final Summoning, en el The Majestic Theater de Los Ángeles. Finalmente, Ryota 'Kazunoko' Inoue, el veterano jugador de 30 años, se impuso al también japonés Shoji 'Fenritti' Sho, un durísimo contrincante.
El historial de ambos jugadores es harto conocido, Kazunoko es uno de los más conocidos de la escena y ha peleado en mil batallas, nunca mejor dicho, a lo largo de su carrera, una en la que ha cosechado triunfos de todo tipo: como el Community Effort Orlando o el Japan Round, solo en este año. Fenritti lleva menos años, aunque consiguió bastante fama al cosechar una victoria en el torneo de BlazBlue de EVO Japan 2018.
No hubo suerte para los españoles
En el lado de los españoles, Joan 'Shanks' Namay, de Vodafone Giants, y Leonel 'Amelys' Pérez participaron en el evento pero no lograron pasar a las eliminatorias del domingo. Shanks, que se ha convertido en muy poco tiempo en uno de los mejores jugadores profesionales de Dragon Ball FighterZ de España, consiguió estar entre los 16 mejores en dos ocasiones, y una entre los 8, en los clasificatorios del sábado, aunque no fue suficiente.
El evento dejó un espectáculo de altísimo nivel que congregó a una media de espectadores superior a los 50.000 en la retransmisión en inglés, dando buena muestra del potencial de Dragon Ball FighterZ. Tras un primer año esplendido, el juego de la saga creada por Akira Toriyama ha demostrado su buen estado de forma en este 2019 y ahora espera a la nueva edición del EVO para confirmarlo.
Parece que quedan atrás los malos augurios que hablaban de una posible desaparición del juego de Dragon Ball de las parrillas competitivas al haberse metido de por medio temas de derechos. Sin embargo, todo apunta a que finalmente el tema ha quedado en agua de borrajas y que la mano de Katsuhiro Harada ha podido ser clave.
Imagen vía Red Bull Esports
