En el día de ayer se produjo el comienzo de la Superliga Orange de League of Legends con una primera jornada presencial en la Barcelona Games World. Se trata de una competición muy asentada en la escena nacional, pero hoy le ha tocado el turno a una nueva Superliga, la de Clash Royale. El esport de dispositivos móviles ya protagonizó un gran éxito de audiencia en el Gamergy Masters y ha empezado con fuerza una temporada con múltiples alicientes.
Cerca de 2.000 personas se dieron cita en el recinto presencial en el que se disputaron las dos primeras partidas de esta jornada inaugural, llegándose incluso a impedir la entrada a más aficionados. No era para menos ya que Team Heretics y Team Queso, dos de los equipos con grandes jugadores y que además cuentan con dueños muy populares, David "Grefg" Cánovas y Álvaro "Álvaro845" González. Como siempre, los influencers siendo importantes.
Los números fueron impresionantes, llegando a rozar los 13.000 espectadores en el canal de Twitch de LVP, cifras habituales del League of Legends. Dentro de la Arena no hubo mucha historia ya que Soking, Surgical Goblin y compañía acabaron con las esperanzas de los herejes por tres sets a cero. Tras este encuentro fue el momento en el cual se vieron las caras Giants Gaming y Movistar Riders, dos clubes de esports nacionales con una gran infraestructura, los cuales arrojaron grandes partidas con la ballesta, una carta poco popular en el actual juego competitivo, como protagonista. 3-1 para los gigantes.
En este momento se terminó la fase presencial de esta jornada y la acción se desplazó a los estudios de la LVP en el edificio Imagina de Mediapro, coincidiendo con un acuciado descenso en los espectadores hasta los 3.000. Si la Liga de Videojuegos Profesional encuentra un punto medio, habrá encontrado una nueva disciplina estrella para su Superliga Orange.
