'Fortnite' lleva viviendo una relación de amor odio con las filtraciones casi desde que echó a andar. Por un lado cada nueva imagen o detalle hace que el juego siempre esté en boca de todos incluso aunque Epic no hable sobre él. Por el otro, las sorpresas suelen tener las patas muy cortas y suelen acabar aterrizando en internet antes de tiempo.
La situación se volvió aún más loca cuando, durante la temporada pasada, las filtraciones de los dataminers a base de imágenes y códigos legibles pasaron a convertirse en vídeos en los que se veía con todo lujo de detalles parte de lo que estaba a punto de ocurrir. Fue así como supimos antes de tiempo que lo que encerraba la bola era el Rey de Hielo invocando algo.
Así se filtró el evento Tormenta de Hielo
En una reciente entrevista uno de los artífices de la filtración, Lucas7Yoshi, comentaba cómo había sido posible hacer aquellos vídeos y porqué es algo que no volveremos a ver durante la temporada 8. Al parecer, la estrategia para recoger aquella información residía en distintos archivos de vídeos de repeticiones que se incluyen en las actualizaciones para pruebas de rendimiento.
Los archivos estaban grabados con el reloj adelantado, lo que permitía ejecutarlos mostrándose así distintos días y horas que aún no habían llegado al juego. Sólo había que encontrar los relativos al evento de la Tormenta de Hielo y... Magia. Sin embargo en Epic Games no tardaron en darse cuenta del error y lo subsanaron en apenas 48 horas.
"Lamentablemente ya no es posible hacer filtraciones con el modo repetición. Sigue siendo posible analizar los archivos del juego para tener una idea general de lo que ocurrirá, pero no hasta ese punto o como algo dentro del juego. He estado trabajando con los creadores de herramientas para, con suerte, ser capaz de extraer más y más información de esos archivos."
Epic ha intentado frenar filtraciones como estas a base de baneos para todos aquellos que trasteen con los archivos del juego, pero hasta ahora ha resultado ser inútil. Se desconoce si están poniendo toda la carne en el asador para evitarlas o si, como se viene demostrando, los ríos de tinta electrónica que corren sobre cada nuevo detalle les son más favorables que problemáticos.
